Elegir el modelo de gafas perfecto
1. El tamaño sí importa, para que se adapten a nuestro rostro perfectamente necesitamos probarnos las gafas y su comodidad.
2. La regla de oro, hay que buscar la lente y montura que contraste con la forma de la cara.
Sabemos que hay muchos tipos de caras como por ejemplo las redondas, forma corazón, cuadradas… Y es por ello que tenemos que aprovechar nuestros atributos.
- Para rostros redondos de facciones suaves, nada mejor para crear un contraste interesante que las monturas de líneas cuadradas o angulares.
- En los rostros con pómulos marcados o quijadas angulosas la mejor opción es suavizar los rasgos con lentes circulares.
- Los que tienen forma de corazón, es decir con mayor dimensión en pómulos que en el mentón y quijada, lucirán muy bien con monturas tipo aviador con lentes circulares alargados.
- Finalmente para los ovalados, cuya forma los hace más versátiles, son una gran alternativa las “agatadas” o “Cat Eye”.
3. El color marca la diferencia: las tonalidades de nuestra piel y de nuestro pelo también serán claves.
Si tu piel tiene matices rosados, significa que tiene una tez fría. Evita colores que lo «oscurezcan» y, en su lugar, elije armazones de color plateado, negro, turquesa oscuro, rosa, púrpura, azul, malva y gris.
Si tu piel tiene un matiz bronce o dorado, significa que tiene una tez cálida. Evite los colores como los pasteles. Los armazones blancos y negros tampoco son favorecedores. En su lugar, los mejores colores para ti son el turquesa claro, variantes del marrón, dorado, beige y verde.
4. La comodidad ante todo. El peso es el principal factor para que unas gafas de sol sean cómodas. Es por ello que cada vez que nos probemos unas, debemos agachar la cabeza y saber que si se caen al instante no son las adecuadas.
5. Por último, siempre se fiel a tu estilo.
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